jueves, 1 de septiembre de 2011

XXX Carrera Popular Villalba del Alcor


Por Juanma.
Aunque aún estamos en Agosto, y quizás no en las mejores condiciones, el mono de volver a correr con un dorsal nos pudo y el Clan Sanluqueño  del C.D. Últimos del Aljarafe decidimos inaugurar la temporada 2011/2012 en Villalba del Alcor (Huelva).

Poco antes de las 8 de la tarde llegábamos a Villalba, Salva, Manolo y Yo como miembros del club, y nuestro amigo Pedro, que nos acompañaba a la que sería su primera carrera y la experiencia le gustó, ya que terminó dispuesto a apuntarse al club. Nos acercamos a la salida y vimos el gran ambiente que se respiraba, con gran cantidad de público y con pruebas infantiles que fueron la antesala de la que después disputaríamos. Allí podíamos ver camisetas de clubes conocidos como los Jartibles o Los Lentos de Torreblanca y otras que nos sonaban menos, al participar en la prueba varios clubes de la provincia de Huelva. Recogimos nuestros dorsales, 1111 para Pedro que no se podía estrenar en esto de las carreras con un dorsal más singular, y volvimos al coche para vestirnos. Mientras nos vestíamos dos señoras del pueblo nos hicieron la espera más amena con su conversación y después por mediación de Pedro (genio y figura) se fotografiaban con nosotros.

Tuvimos tiempo para calentar y estirar un poco en la travesía de la carretera general que atraviesa el pueblo, que se convertiría en nuestro hábitat para toda la carrera, y sin más dilación pusimos rumbo al arco de salida donde se nos comunicaba por megafonía que se había batido el récord de participación de la prueba con 218 dorsales repartidos. Cuando nos quisimos dar cuenta el disparó sonó y comenzaba la carrera.
Manolo y yo acordamos antes de salir que iríamos juntos y nos marcamos como objetivo bajar de 30 minutos. Salimos lanzados para intentar coger buenas posiciones y correr con comodidad en los primeros metros, tras los cuelas empezaba una gran bajada de unos 900m por lo que completábamos el primer Kilómetro en 3:31. Al final de la bajada empezaban las sorpresas, y es que la carrera volvía sobre sus pasos y ahora tocaba subir… Nos cruzamos con Salva y poco después con Pedro y empezamos a asumir que la carrera sería dura. Tras el Km2, en el que la cuesta se agarraba y de que forma, marcamos un parcial de 4:38, pasamos por la línea de meta donde el terreno se ponía plano de nuevo, pero por poco tiempo ya que la carretera volvía a empinarse y la serpiente de corredores giraba una vez más sobre sí misma en una mesa donde se encontraba el avituallamiento. Bajamos lo que habíamos subido y se pasaba una vez más bajo el arco, 4 veces pasamos en total, y es que la carrera consistía en dos vueltas a un circuito que no era cerrado, sino que se limitaba a recorrer la travesía para adelante y para detrás. 

Seguimos consumiendo kilómetros intentando hacerlo de la forma más constante posible teniendo en cuenta las tremendas subidas y bajadas, Km3 a 4:51, Km4 a 4:17 y Km5 a 4:20. Poco después de pasar por el 5 Manolo me dice que no puede más y que tire yo, pero escasos metros después veo que me adelanta con una fuerza descomunal y me grita para que le siga, y es que pensaba que al pasar bajo el arco la carrera terminaba, pero no, tendríamos que seguir para volver a subir y una vez más desandar lo andado. Al final Manolo pagaba ese esfuerzo y se quedaba antes de entrar en el último Kilómetro, que era una bajada en la que apreté los dientes todo lo que pude, pero que no me bastó para conseguir mi objetivo, ya que paraba el crono en 30’ 11’’. Poco después entraba Manolo y mientras recogíamos nuestra camiseta recuerdo de la carrera, vimos como entraba Salva con un tiempo de 33’ 40’’ seguido de Pedro. 

Antes de marcharnos de Villalba nos pasamos por la plaza del pueblo para saber si Manolo, que corría en la categoría Junior, había quedado entre los puestos de honor (que tenían recompensa económica) y es que la última vez que nos fuimos de una carrera sin saber el resultado, la de Divina Pastora, había ganado. Pero esta vez no hubo suerte. El que si obtuvo su particular trofeo fue Pedro, que además de competir con el 1111 se hizo una foto con el ya cada vez más popular Mauri que una vez más había ganado la carrera sin despeinarse.

 La carrera mereció la pena, y el año que viene si Dios quiere repetiremos, aunque con poco podrían mejorarla bastante. Eché en falta a los de “Idea In” para controlar la clasificación, que no pudimos conocer, y sobre todo que los que elaboraron el circuito le hubieran puesto algo más de imaginación ya que el pueblo tenía calles bastante bonitas y resulta aburrido recorrer la misma calle una y otra vez, y más cuando tiene esas cuestas. Lo importante es que lo pasamos muy bien que es lo que cuenta.


2 comentarios:

  1. 3:30 pero con trampa, porque no sabes como de empinada era la bajada, el tema es que cuando llegamos abajo había que darse media vuelta y subirla, lo que hizo que pasaramos de 3:30 a 4:40...

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