Bueno, pues por fin llegó el día de la Carrera Popular de Nervión. Han pasado dos semanas desde mi inicio en este circuito en Sevilla Este. He podido entrenar bastante, 3-4 días cada semana así que como mínimo, debería notar que voy mejor que hace dos semanas y ya si puedo, bajaré algo de tiempo. El caso es que a ver si lo disfruto.
Esta vez, la reunión con el resto no es tan loca como la ultima vez. Belén y yo llegamos muy bien de tiempo y nos juntamos en la Puerta del Hotel donde hemos quedado, a escasos metros de la salida, donde ya se van agolpando los corredores. Madre mía que fatigas, leñes, si aun quedan 35 minutos.
¡¡¡¡ Mi camiseta nueva !!!! Voy a correr con los colores del Club, genial.
Tras entregar en el vestidor las mochilillas, nos vamos dirigiendo hacían la salida. Ufff, que nervios, noto la adrenalina circulando. Esto siempre es muy bueno, pq te hace estar activo y hace que corras en mejores condiciones.
Ratoneamos todo el grupo por el lateral para intentar colarnos lo más cerca posible de la salida. Aprovechamos un hueco que se ha abierto por donde entran otros corredores y nos metemos. Pero hay mucha gente y enseguida me quedo cortado (y eso que aun no hemos salido, leñes). Y casi sin darme cuenta escucho el pistoletazo. Y ya me veo dando los primeros pasos, pero hay mucha gente, por lo que es más un trote que otra cosa. En los primero metros, veo que Belén se pone cerca de mi e intento seguirla para quitarme de ese caos, pero no veas como ratonea la jodía, y ratoneando ratoneando se me pierde por delante. A partir de ahí, y hasta la meta, me vuelvo a ver con la soledad del corricolari.
Bueno, vamos a concetrarnos, que la salida me ha dejado bastante descolocado. Me noto que voy rápido y que parece como si me faltara el aire, como si me costara respirar. Pero es una sensación que ya conozco, al principio parece que entra el aire con dificultad, pero en cuanto has cogido el ritmo y vas cómodo todo vuelve a la normalidad y el oxígeno entra bien.
Casi sin darme cuenta, me veo ya embocado en la Avda de Pablo Iglesias, y no sé pq motivo veo el nombre de la calle y me viene a la mente la cariñosa bajada de sueldo que mi amado gobierno me ha regalado. Me sacudo ese nefasto pensamiento y sigo corriendo. Veo por delante de mi una interminable avenida de cerca de 3 km (eso no lo sabía en ese momento, claro) y la veo toda cubierta de cabezas oscilantes. De repente veo una imagen surrealista, algo que no pega, que no encaja en el entorno. Veo a un tío, delante de mi, que va con unos ropajes más propios de un rapero, de color negro, una mochila pequeña y .... ¡¡¡ chanclas de playa !!! en los pies. Si amigos, chanclas de playa de esas que llevan una tirilla entre los dedos. Y el colega corre que se las pela. Bueno, no vi si llevaba dorsal y no lo volví a ver, así que no se si eso era un calentón o el colega se cascó casi 10 km corriendo con chanclas de playa. Alucinante.
Me planto en el Km 2 y mi amiguito enclaustrado en el iPhone me canta que voy a 5.05 el km. ¡¡¡¡ Mae mía !!! si voy estupendo, no me noto forzado, pero decido ser conservador y levanto un pelín el pie que aun quedan 7 y medio y no sé cuánto me va a durar el fuelle. Los otros dos km de esa avenida los hago muy cómodo y a 5.25 el km, sintiéndome muy muy cómodo.
Y ¡¡¡¡ oye !!!! si casi no me están pasando corredores, mira tu que bien, ya hay algo diferente, que en Distrito Este me estuvieron pasando hordas de corredores continuamente.
Llegamos al final de la Avenida y cruzamos las vías por el puente de la Ctra de Carmona, para embocar la Avda Kansas City (quien sería el que le dio este nombre madre de Dios). Tras medio km en ella gira el trazado para pillar la calle D. Laffon Soto por la que corremos un km más o menos, yo sigo viendo calles amplias y largas y por delante de mi multitud de cabezas oscilantes. Pero no noto que me pasen casi todos. Me pasa alguien, pero pocos. Lo que me anima y eso unido a mi amigo iPhone, que me sigue cantando muy constante 5.24, 5.27, 5.23, 5,21, y me veo fenomenal, voy rodando muy cómodo (rodando por los cojones, si Dios hubiera querido que rodáramos nos habría dado ruedas en los pies, pero nos ha dado pies, luego no rodamos, zapateamos, le damos zapatilla al asfalto)
Y nos metemos en la Avda de la Cruz Campo, (mmmmm, esas cervecitas güenas) y oye, coñe, otra avenida larga (bueno, no tanto, que solo es un km y pico, pero a esas alturas, ya en el 7, lo que veo por delante me parece muy largo). A 5.42 el km 7, a 5.29 el km 8. Y de repente me pego contra el muro. Voy estupendamente y de repente paso por un bache acojonante, en el que me falta el aire, casi no puedo respirar. Y creo que ha sido por meterle un trago a la botella de agua. 5.53 el km 9, vaya tela, menudo bajonazo, pero que la Avda Ramon y Cajal es corta, aprieto los dientes, aprieto el culillo y me apresto a darle zapatilla de la güena en el ultimo km. Y sale bien, pq vuelvo a estar en 5,14 el ultimo km. Giro para entrar en la Ava de la Buhaira y veo ahi mismo el cartel de Meta. Ufff, y me entra un subidón acojonate. Me lo he pasado de miedo, he disfrutado con el ritmillo una barbaridad.
Ya en meta tengo un momento de pánico, pq el lector de código de barras no me lee el dorsal, por lo que me lo meten manualmente. Le pregunto dos veces si me lo ha cogido bien y no me voy tranquilo ya que me jodería no contabilizar de nuevo. Pero bueno, confío en el operario.
Ya estoy deseando comprobar si el Club ha vuelto a escalar puestos en la clasificación de Clubs. Y casi llorando pillo una de las últimas bolsas del corredor, que esta vez si trae una camiseta decente.
Y lo mejor de todo, esta vez no he sentido las agujetas y el cuerpo dolorido que sentí en Sevilla Este. Lo que significa que voy en el buen camino.
Un saludete afectuoso a tod@s los compis y espero veros a todos en Triana. Ufff, que ganas.
Esta vez, la reunión con el resto no es tan loca como la ultima vez. Belén y yo llegamos muy bien de tiempo y nos juntamos en la Puerta del Hotel donde hemos quedado, a escasos metros de la salida, donde ya se van agolpando los corredores. Madre mía que fatigas, leñes, si aun quedan 35 minutos.
¡¡¡¡ Mi camiseta nueva !!!! Voy a correr con los colores del Club, genial.
Tras entregar en el vestidor las mochilillas, nos vamos dirigiendo hacían la salida. Ufff, que nervios, noto la adrenalina circulando. Esto siempre es muy bueno, pq te hace estar activo y hace que corras en mejores condiciones.
Ratoneamos todo el grupo por el lateral para intentar colarnos lo más cerca posible de la salida. Aprovechamos un hueco que se ha abierto por donde entran otros corredores y nos metemos. Pero hay mucha gente y enseguida me quedo cortado (y eso que aun no hemos salido, leñes). Y casi sin darme cuenta escucho el pistoletazo. Y ya me veo dando los primeros pasos, pero hay mucha gente, por lo que es más un trote que otra cosa. En los primero metros, veo que Belén se pone cerca de mi e intento seguirla para quitarme de ese caos, pero no veas como ratonea la jodía, y ratoneando ratoneando se me pierde por delante. A partir de ahí, y hasta la meta, me vuelvo a ver con la soledad del corricolari.
Bueno, vamos a concetrarnos, que la salida me ha dejado bastante descolocado. Me noto que voy rápido y que parece como si me faltara el aire, como si me costara respirar. Pero es una sensación que ya conozco, al principio parece que entra el aire con dificultad, pero en cuanto has cogido el ritmo y vas cómodo todo vuelve a la normalidad y el oxígeno entra bien.
Casi sin darme cuenta, me veo ya embocado en la Avda de Pablo Iglesias, y no sé pq motivo veo el nombre de la calle y me viene a la mente la cariñosa bajada de sueldo que mi amado gobierno me ha regalado. Me sacudo ese nefasto pensamiento y sigo corriendo. Veo por delante de mi una interminable avenida de cerca de 3 km (eso no lo sabía en ese momento, claro) y la veo toda cubierta de cabezas oscilantes. De repente veo una imagen surrealista, algo que no pega, que no encaja en el entorno. Veo a un tío, delante de mi, que va con unos ropajes más propios de un rapero, de color negro, una mochila pequeña y .... ¡¡¡ chanclas de playa !!! en los pies. Si amigos, chanclas de playa de esas que llevan una tirilla entre los dedos. Y el colega corre que se las pela. Bueno, no vi si llevaba dorsal y no lo volví a ver, así que no se si eso era un calentón o el colega se cascó casi 10 km corriendo con chanclas de playa. Alucinante.
Me planto en el Km 2 y mi amiguito enclaustrado en el iPhone me canta que voy a 5.05 el km. ¡¡¡¡ Mae mía !!! si voy estupendo, no me noto forzado, pero decido ser conservador y levanto un pelín el pie que aun quedan 7 y medio y no sé cuánto me va a durar el fuelle. Los otros dos km de esa avenida los hago muy cómodo y a 5.25 el km, sintiéndome muy muy cómodo.
Y ¡¡¡¡ oye !!!! si casi no me están pasando corredores, mira tu que bien, ya hay algo diferente, que en Distrito Este me estuvieron pasando hordas de corredores continuamente.
Llegamos al final de la Avenida y cruzamos las vías por el puente de la Ctra de Carmona, para embocar la Avda Kansas City (quien sería el que le dio este nombre madre de Dios). Tras medio km en ella gira el trazado para pillar la calle D. Laffon Soto por la que corremos un km más o menos, yo sigo viendo calles amplias y largas y por delante de mi multitud de cabezas oscilantes. Pero no noto que me pasen casi todos. Me pasa alguien, pero pocos. Lo que me anima y eso unido a mi amigo iPhone, que me sigue cantando muy constante 5.24, 5.27, 5.23, 5,21, y me veo fenomenal, voy rodando muy cómodo (rodando por los cojones, si Dios hubiera querido que rodáramos nos habría dado ruedas en los pies, pero nos ha dado pies, luego no rodamos, zapateamos, le damos zapatilla al asfalto)
Y nos metemos en la Avda de la Cruz Campo, (mmmmm, esas cervecitas güenas) y oye, coñe, otra avenida larga (bueno, no tanto, que solo es un km y pico, pero a esas alturas, ya en el 7, lo que veo por delante me parece muy largo). A 5.42 el km 7, a 5.29 el km 8. Y de repente me pego contra el muro. Voy estupendamente y de repente paso por un bache acojonante, en el que me falta el aire, casi no puedo respirar. Y creo que ha sido por meterle un trago a la botella de agua. 5.53 el km 9, vaya tela, menudo bajonazo, pero que la Avda Ramon y Cajal es corta, aprieto los dientes, aprieto el culillo y me apresto a darle zapatilla de la güena en el ultimo km. Y sale bien, pq vuelvo a estar en 5,14 el ultimo km. Giro para entrar en la Ava de la Buhaira y veo ahi mismo el cartel de Meta. Ufff, y me entra un subidón acojonate. Me lo he pasado de miedo, he disfrutado con el ritmillo una barbaridad.
Ya en meta tengo un momento de pánico, pq el lector de código de barras no me lee el dorsal, por lo que me lo meten manualmente. Le pregunto dos veces si me lo ha cogido bien y no me voy tranquilo ya que me jodería no contabilizar de nuevo. Pero bueno, confío en el operario.
Ya estoy deseando comprobar si el Club ha vuelto a escalar puestos en la clasificación de Clubs. Y casi llorando pillo una de las últimas bolsas del corredor, que esta vez si trae una camiseta decente.
Y lo mejor de todo, esta vez no he sentido las agujetas y el cuerpo dolorido que sentí en Sevilla Este. Lo que significa que voy en el buen camino.
Un saludete afectuoso a tod@s los compis y espero veros a todos en Triana. Ufff, que ganas.
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