martes, 15 de marzo de 2011

El agua no pudo con los Últimos

Por Ricardo.
El día no apuntaba nada bien y mucho menos invitaba a correr una carrera. Y todavía mucho menos al tipo de recorrido que tenía esta carrera, muy duro. Pero allí estaban 6 Últimos, desafiando a la madre naturaleza.

Por suerte paró de llover en el momento de la salida y además nos respetó durante toda la carrera.

Se dio la salida con bastantes más inscritos que el año pasado. Quedaban unos 9 kms por delante, de sinuoso terreno. Intentamos salir todo lo rápido que nos dejaron las cuestas de San Juan, puesto que nada más salir, la carretera ya se empinaba.

Fui cogiendo ritmo y el primer 3000 lo hice bastante rápido, yendo en un grupeto de 4 corredores en el cual iba agazapado y sufriendo en silencio como podía. Llego la cuesta del monumento, la cual encaré en solitario, puesto que ya me había quedado de ese grupito. Coroné algo fatigado y enseguida me tire a los peligros como pude, (tenia una obsesión metida en la cabeza, intentar llegar entre los 100 primeros, para coger trofeo y dárselo a mi hijo, puesto que el día antes se lo había prometido). Bajé a tumba abierta, como se suele decir, y ahí apareció mi ángel de la guarda: mi vecina Esther, que es una máquina. Me llevo magistralmente los últimos 4 kms, (muchas gracias, Esther). Gracias a que ella me había regulado, pude terminar el último 1000 en alto y sprintando en línea de meta.

Pero no hubo suerte para coger trofeos, quedé en el puesto 104 de la general, y por solo 7 segundos no pude llevarle el trofeo a mi hijo. Pero bueno el año que viene será.
Mi enhorabuena a todos los maquinitas del club que corrimos ayer, el día y la carrera no eran nada fácil.

Y nos vemos en Nervión.

(Y sí, la verdad es que soy un poco fatiguita)

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