lunes, 11 de abril de 2011

Podio sin subir al podio y foto oficial sin ser oficial

Por Luisma.
Llegamos fríos, la verdad, el día prometía ser estupendo, con una temperatura incluso un poco más alta de la deseable para correr, sin embargo nosotros llegamos fríos. A las 8:45 solo estaba en La Raza David, con su puntualidad benaca. En unos pocos minutos más nos reunimos con él, Sonia, Ricardo y yo y allí nos dieron las 9:05. Parecía que no venía nadie más. A esa frialdad se nos sumó la impresión de haber llegado ya el fin de temporada, porque allí faltaba todo el mundo, incluso muchos de los más fatigas no venían a la cita con la Divina Pastora... Sin embargo, para llevar la contraria, el clan de Sanlúcar asistió esta vez casi al completo, Manolo, Juanma y Salva y un colega del pueblo (no, no era el socio fantasma con nombre de cantante).

Así que nos fuimos los 7 hasta la salida y meta de la Plaza de España. Para faltar menos de media hora para el pistoletazo, el resto de corredores también parecían fríos, como extrañados por esta carrera bien organizada, en un entorno bonito, con mucha publicidad y medios de comunicación... vamos, la antítesis a las carreras del IMD. Algunos calentaban, la mayoría charlaban despreocupados... pero pocos aún se agolpaban bajo el arco de salida.
Así que tras ir al WC y al guardarropa (y como nosotros no necesitamos calentamiento, qué tontería es esa), en un segundo nos colocamos todos muy muy bien posicionados en segunda o tercera fila. Bueno no todos, algunos se posicionaron mejor que otros. Como la carrera estaba organizada por la RFEA pues tenía foto oficial con Penti y otros atletas invitados y con Fermín Cacho, que estaba allí en plan revival unos añitos más tarde de esa gloriosa tarde de 1992 (y no, no voy a decir unos kilitos más tarde, demasiado fácil tios... un respeto para un héroe olímpico). Total que cuando nos damos cuenta estamos todos pero nos falta la fémina del club y de pronto, ahí, entre los flashes, vemos los rizos dorados de la campeona de los Últimos, codeándose con los élite y con el famoseo. En el momento nos echamos unas buenas risas mirándola, pero más nos reímos cuando vimos la foto oficial de la carrera. Ésta que tenéis aquí al lado. Aún ahora si entráis en la página del circuito podéis verla en un lugar destacado. Ya lo he dicho en crónicas anteriores: los Últimos estamos empezando a copar los lugares que nos merecemos. Esta foto de la crack de Sonia es una prueba más.

Puntual, como no podía ser de otra forma, sonó el disparo. Salí pegado a Ricardo, que esta vez decidió no empezar a lo loco como otras veces, conservar durante los primeros kms y apretar, si quedaba gasolina, en la segunda parte de la carrera. ¡Qué diferencia es poder contar con un circuito de cierta anchura desde el primer metro! Igual era por eso o porque la peña pasa de pagar diez pavos y había como 2000 corredores menos que en otras populares, la cosa es que se podía correr desde el primer momento. Así salimos los dos del parque, por debajo de 04:00 el km y desde el primer momento noté que las piernas iban muy bien. El primer km incluso marqué el ritmo durante más tiempo que el mákina. El KM1, en la Torre del Oro, fuimos a 04:03. Perfecto, sin cebarnos pero en un ritmo muy cachondo para hacer MMP (mejor marca personal). En la recta del Paseo Colón, mientras yo tiraba, Ricardo me iba señalando grupos a los que engancharnos, corredores con buena pinta que nos adelantaban y que formaban manadas en las que podríamos ir cómodos (bueno, lo de cómodos a esa velocidad es un decir). Que bueno es mi mákina! Cómo va ya el tio currándose sus tácticas, jeje... Bien, con cabeza y corazón.... los élite tenemos q tener estrategia. En esto se me iban pasando los metros muy muy rápidos. El KM2 lo hicimos a 04:08, perfecto. Cuando entrábamos en Torneo, la interminable Torneo, veo de lejos a un tipo agitando una camiseta blanca con las manos. De pronto me fijo y parecía una camiseta de los Últimos, ondeando al viento. Y sí, era mi cuñado Jose, que aunque no corría hoy, quiso bajar hasta el recorrido estrenando su flamante vespa para darnos ánimos. ¡Qué subidón cuando te encuentras con alguien que está ahí para animarte y verte pasar a ti!
Ricardo me dijo que a ver si hacíamos juntos hasta el km7 o al menos la mitad de la carrera. Ahora pienso que podría haber ido más tiempo con él, pero yo tenía planeado despegarme de este ritmo en el km3. Mejor terminar en alto que petar en la primera mitad. Y así lo hice. Marcamos un parcial en el KM3 de 04:05. Y ahí dejé que Ricardo marcara un buen ritmo pero que empezara a despegarse de mí poco a poco. En realidad es difícil no seguir junto a tu colega cuando aún vas bien de piernas y sensaciones, pero creo que fue lo mejor. En el KM4 ya en solitario, marqué 04:11. Seguía siendo rápido, pero este dato estaba más acorde a mis posibilidades. Veía todo el rato a Ricardo ahí delante, muy muy cerca y eso era buena señal. En la calle Resolana comenzaba la Ronda propiamente dicha, se acercaba el ecuador de la carrera y yo iba aún pleno de fuerzas. Me dejaba adelantar y cogía la estela de los corredores que me pasaban para aprovechar y hacer un cambio de ritmo. Iba muy bien, mentalizado y sufriendo lo justo, cuando veo el avituallamiento en el KM5, donde marco un buen 04:12 (bien, ritmo regular y constante, estoy cumpliendo...). Bebo muy poco y aún estoy tirando la botella de agua al suelo cuando delante de mí un corredor se pega una hostia considerable contra el asfalto. Se tropezó con la banda del control de chip intermedio. Yo sin pensarlo, me paré a levantarlo, igual que hicieron otros corredores, pero él estaba bien y siguió corriendo con una quemadura del asfalto en la pierna que en ese momento seguro que no sentía, pero con la que luego iba a ver las estrellas. Intenté concentrarme de nuevo, seguían adelantándome corredores y... tras el cartel del km6 (porque todos los carteles estaban adelantados unos metros) el garmin me da la mala noticia del día: 04:26. ¿Comorlll?? Joder, ¿tanto me he entretenido con la caída? ¿14 segundos? No, no ha sido solo eso, estoy bajando a saco, yo ya lo iba presintiendo antes... Pufff, mi cabeza es una tormenta, no hago más que pensar que he perdido el ritmo y lamentarme. Sigo mirando hacia delante y allí, más lejos pero visible, sigue Ricardo. "Vas bien coño, sigue" me digo todo el rato. Pero claro, me ocurre lo que le ocurre a todos los capullos que se rayan: KM7 a 04:29, tres segundos peor... En ese momento ya sé que no voy a bajar de 42, como yo quería, pero seguía pudiendo obtener esa mejor marca personal tras la que llevo toda la primavera. Así que la cabeza empieza a funcionar ya como debe y me pongo solo a pensar en correr. Al cruzar la Pasarela y el Cid, el parque ya está ahí mismo, pero claro, esto es un 10.000 de verdad, por lo que la carrera toma Capitanía y rodea el parque por la Av de la Borbolla. Aquí está el KM8, en el que hago un parcial de 04:20. Está bien, logro bajar unos segundos, pero esos 04:10 que yo quería, igual que las oscuras golondrinas, esos no volverán. La Borbolla no me gusta cuando entreno con el Richar por allí, siempre prefiero correr por el parque porque se me hace muy larga esta calle con poca vida y mucho tráfico. Pues hoy igual... Y aunque la cabeza se está recolocando, las piernas presentan ya su insumisión. Bueno, solo queda un km escaso, yo sé que tengo guardado fuerza para ese último km, así que me da igual el próximo parcial. KM9 a 04:27 (malo sí, pero ya he dicho que en ese momento me daba igual, vamos a exprimirnos en el último). Aunque el cartel está un poco antes, en la garita de Eritaña, yo calculo que el último 1000 comienza cuando doble a la derecha en La Palmera. Así que cuando esto ocurre, cierro los puños y me pongo a apretar todo lo que puedo, sin constancia, sin técnica, sin cabeza... solo con corazón. Adelanto, claro que adelanto, a unos cuantos e incluso me adelantan también a mí porque como voy a tirones a veces bajo un poco para seguir metiendo ese ritmo loco. A mi derecha, el parque me va cantando los metros que me quedan. Y por fin la fuente y el giro para enfilar la recta de meta de la Av. Rodríguez de Casso. Ahí sí que aprieto los dientes y entro a 03:30. Tiempo real de 42:39. Mejor Marca Personal en 10.000.

Casi sin aliento me dirijo a la extensa, cómoda, surtida zona de avituallamiento en meta. Otro gustazo: todo el centro de la Plaza de España reservado para los corredores. Como es tan grande (y como delante de mí solo han entrado 126, jeje, que todo hay que decirlo) me da la impresión que soy de los primeros en llegar allí. Busco al Richar, que está en la cola del fisio (qué le gusta que le toquen) y me voy a coger de todo por ahí. Incluso estiro un ratito en el césped artificial de la Zona Gatorade... jeje, pijadas innecesarias, pero que molan, la verdad.

Juanma, David, Manolo, Salva y la estrella del día, Sonia, entran por este orden. El sol pega de lo lindo y cuando termina el masaje del makinita y hemos recogido las mochilas, enfilamos hacia el podio y nos hacemos una foto con Martín Berlanas, que no ha corrido y con Cacho. Lástima no habernos quedado un rato más porque hubiéramos disfrutado y de qué manera, de la sorpresa del día. A las 14 de la tarde todos recibimos un mail de Juanma con la clasificación y con el notición: Manolo, nuestro benjamín de 17 años, es el primer clasificado de su categoría, juvenil masculino. Vaya un campeón... No el tercer o segundo puesto del podio, sino el primero, el más alto. Ahí ya se iba a materializar lo que os decía antes: uno de nosotros subiendo a lo más alto. Joder, cómo hubiera molado ver ese momento... Pero claro, la falta de costumbre, nos fuimos sin prestar mucha atención a la entrega de trofeos y Manolo se perdió el suyo (tampoco te pierdes nada, un cacharro de latón sobre una peana de maderilla pintada). Más tarde él mismo reconocería en un mail que fue el único juvenil de toda la carrera, luego el primer puesto era para él con solo terminarla. Pero bueno, eso qué mas da. Ahí está tu merito Manolo, el haberte gastado 10€ en levantarte temprano un domingo y no al contrario, como deben preferir todos los de tu edad. Así que felicidades campeón.

Ahora va a venir un pequeño parón. Eso sí, la semana que viene las crares de Ana y Belén corren, nadan y pedalean el Triatlón de Sevilla (esperamos crónica y también exhibición!). Luego esta ciudad y nosotros mismos nos volvemos locos con todo lo que se nos avecina en las próximas cuatro semanas y por eso no habrá carreras. Nos queda una del IMD, la del distrito sur, en mayo. Ahí cerraremos las populares de Sevilla. Y alguna nocturna correremos en junio, que son muy divertidas. Mientras tanto hartaros de salir, beber, comer, rezar, bailar, viajar, estudiar... hartaros de hacer cosas, pero no dejéis de correr. Porque aunque algunos días nos levantemos un poco más fríos y a algunas carreras solo asistamos dos valientes, los Últimos son una realidad sin vuelta atrás. Una realidad que empieza a escribir su nombre en el mundo del running y que, ya os lo he dicho varias veces, van a terminar ocupando un lugar destacado.
Un lugar que, desde luego, no será el último.

2 comentarios:

  1. Buena Crónica como siempre Luís.
    En la foto con Cacho me puse tarde, pero después de ponerme yo nos hicieron otra, a ver si la puedes subir. Nos vemos mañana en Umbrete.

    Juanma

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  2. Correr con el corazón tampoco está mal ;-)

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