jueves, 19 de abril de 2012

Estreno en duatlón

Por Luisma.

Hola socios, algunas palabrillas breves para que haya constancia de que este domingo corrimos el I Duatlón Ruta del Azahar, en La Algaba.

Alguno de vosotros ya tenía ganas de estrenarse en este tipo de carreras donde se alterna bici y carrera a pie. Ésta en concreto constaba de 6kms de carrera + 21 kms de bici + 2.5kms de carrera. Yo realmente no es que me mueriera de ganas, pero como no me pierdo una, al enterarme que era en bici de montaña pues allí que me tiré de cabeza, cómo no. En la aventura participamos Ricardo, Fran, Belén, Luis Carlos y un servidor.

Llegamos a La Algaba con más de una hora de antelación, que eso de poner dorsal a la camiseta, a la bici, al casco, dejar las cositas en el box... todas esas cosas eran mucho jaleo y no sabíamos cómo era. Pero como los tenemos mu gordos, nos pusimos tardísimo en la cola de recogida de dorsales y chip y tuvimos que esperar de casi una hora. Total, que Ricardo, Fran y yo llegamos con tiempo de casi abrir el estadio Pedro Bazán, donde era la salida, transciones y meta, pero al final no calentamos na de na. En eso no fuimos novedosos.


Con más de una hora de retraso, sonó el cohete de salida (aquí en La Algaba el tema va de cohetes) y nos pusimos a correr el primer tramo. Ricardo y Fran decían que saldrían conservadores, no más rápido de 04:40 el km, que aunque sea poco, luego viene la bici que es realmente el tramo importante.  Pero bueno yo no sé porque me fio de estos petardos porque nada más salir se van para adelante a 04:15/km. Hice el primer km solo, Fran estaba muy cerca ahí delante, pero yo corría a 04:30 y no lo cogía, así que pasé de ellos y fui a mi ritmo. Ojo, que está muy bien correr con corazón, pero yo soy más de cabeza, ya me conocéis y si me pongo una velocidad en el cuentakilómetros me gusta cumplir con lo que he planeado. Tardé en entrar en calor, pero el resumen de estos 6kms y pico es que fui muy cómodo. La carrera llegaba hasta un barrio que está a las afueras del pueblo y volvía sobre sus pasos hasta el estadio. En la vuelta notaba como iba cogiendo y adelantado sin problemas a muchos corredores. Algunos de ellos era gente que se notaba que no corrían muy a menudo y con nivel discreto. Pero también adelanté a bastantes duatletas que estaban fuertes y que evidentemente lo suyo no era la carrera a pie, o bien pasaban de machacarse o qué se yo.  Llegué al estadio bastante entero y me fui hasta el box para hacer la primera transición sin muchas prisas, la verdad. Bebí y me cambié incluso de camiseta para ponerme mangas largas (algo de lo que me alegré en la bici). Y cuando voy a salir, oigo un grito del Coria, justo fuera de la zona de transición, esperándome. Acababa de hacer la transición y al verme prefería pedalear en compañía. ¡Qué bien!

Me cogí la bici y me uní a Fran y allí que nos fuimos los dos charlando al tramo verdaderamente importante de la prueba, los casi 22 kms por caminos de tierra, piedra y terrones... Mientras salíamos del pueblo fuimos todo el rato hablando, de cómo nos había ido la carrera, de la estrategia, de que mejor en compañía que solos, que si el Richar iría ya embalado... Ya en el pueblo nos adelantaron 3 ó 4 en bici, la verdad es que nos los tomamos con tranquilidad. A la salida de La Algaba se rodaba por el tramo más técnico de todo el recorrido: un camino de apenas medio metro de ancho, pegado al Guadalquivir, con un par de bajadas y subidas empinadas y varias curvas cerradas. Yo iba delante y estuve todo el rato riéndome a carcajadas, de puros nervios. Joer, hay un momento en que me vi en el agua. En la última cuesta empinada habia incluso tres o cuatro garrulos de La Algaba que te cogían la bici y te empujaban hacia arriba a empellones.  Y todo en los dos primeros kms del tramo de bici!

Tras esto se pasaba por un polígono industrial, donde volvieron a adelantarnos duatletas (esa gente que se defiende en la bici y que adelanté sin problemas corriendo porque pasaban de correr). Le llegué a decir a Fran que nos uniéramos a uno de estos grupetos y que ellos nos trazaran el camino. Je, qué iluso. Nosotros somos unos auténticos novatos en la bici y ni siqueira tuvimos huevos de pegarnos a los ciclistas que nos adelantaban. Aquí ya nos dimos cuenta de algo que repetimos el domingo varias veces, que los dautlones se ganan o se pierden en el tramo de bici. En nuestro caso lo notábamos en la cantidad de gente que nos adelantaba. Pero bueno, ahora venían varios kms con caminos más o menos llanos, aunque con un suelo muy irregular, así que empezamos a meterle caña.

Y al ponernos a pedalear en serio surgió el problema técnico que condicionó toda mi carrera (y ya me habia pasado la semana anterior): la tija no se queda fijada perfectamente al cuadro y se me baja poco a poco el sillín. No sé si es que yo no sé fijar bien el perno o es que está pasado, pero la cosa es que se baja hasta un punto y ahí se queda. No es muy incómodo, pero claro, ya no extiendes la rodilla del todo y notas como el pedaleo es menos potente.

Y ahí estaba yo, empezando a rayarme con este asunto cuando por detrás nos oímos a nuestra campeona en Palomares, ¡Belén de las Amparo-runners en persona! La tía cómo pedalea! Sin duda la bici se te da bien, porque apenas iríamos por el km 6 del tramo de bici y ya nos habías quitado la ventaja (poca, seguro) que te habíamos sacado en la carrera a pie. Y claro, pensando que ella podría hacer podio, ya Fran y yo nos tomamos el tema mucho más en serio y nos pusimos a tirar a saco. Y al aumentar la velocidad, empecé a ver que iba retrasándome con respecto a mis compis y me iba descolgando. ¡Maldito sillín! Me puse a estudiar qué sería mejor teniendo en cuenta lo del sillín: si dar más cantidad de pedaladas o meterle desarrollo y pedalear menos y más fuerte... Yo qué sé, la cosa es que éstos se iban alejando y yo no quería quedarme solo. Así que en una recta larguísima, con un viento en contra que flipas, decidí parame y poner el sillín a su altura. Nada, apenas perdería 20 segundos, pero claro, estos dos se alejaron. Era el km10 de bici, me quedaba la mitad y de momento tenía que remontar como fuera. Curva y viento a favor en un carril más o menos bueno. Le meto plato grande y me levanto de la bici ¡a saco! Y oye, poco a poco voy acortando distancias y en menos de un km llego a la altura de Fran y Belén.

Ahora estaba reventado, pero bueno, me recupero, nos ponemos a  hablar un ratito y me concentro para no perder la rueda de éstos. Incluso tiro un poquito del grupo. Pasamos junto al otro río, el Rivera de Huelva, es el km14. Pero el sillín se está bajando otra vez, lo noto en la pedalada y se ve a simple vista, así que me quedo a la cola del grupo sin despegarme ni dos metros de la rueda de Belén. Pero llega una curva muy cerrada, me distraigo y me la como entera metiéndome de lleno en un sembrado. Aprovecho y vuelvo a poner el sillín en su sitio ¡segunda parada! Buff, me duele ya hasta el ombligo, pero vuelvo a la bici y rápido otra vez, que tengo que cogerlos. Pero yo no contaba con el que el km17 nos metemos por dentro del huerto de naranjos. ¡Por dentro! ¿Y qué hay en un huerto? Pues surcos para el agua, la tierra arada. Joer, ahí lo flipo otra vez. Y yo, que voy a cola de carrera, al menos sé que tengo que seguir la huella de las ciento y pico bicis que han pasado antes que yo. Pero el que iba primero ¿como sabría por dónde tirar? No me exraña que se perdiera (eso decían en meta). Ahí fui muy lento, lo reconozco. Era un recorrido súper técnico, te salías del trazado muy fácilmente, casi no podía ir sentado... Iba lento, la verdad.

Pero aún faltaba una cagada más: al salir de ahí y pasar por una bajada y subida en U para cagarse, se entraba en otro huerto de naranjos algo más llano y más recto. De pronto oigo a mi derecha algo que se mueve entre los matorrales. Y ahí que me sale un cacho de rata que se me mete entre las ruedas. No sé qué intenté, si esquivarla o pillarla, lo que sé es que doblé la rueda de delante y me fui al suelo. Aterricé con las manos, no me hice daño, pero bueno, otra paradita más. Era el km19 y solo faltaban dos y pico, así que ya pasé de intentar cazar a Fran y Belén. Definitivamente entraría en meta detrás de ellos, había que asumirlo.

Llegada al estadio y segunda transición. Para dos kms ya ni me quité la manga larga ni nada. Iba fundidísimo, enfadado por haber perdido el grupeto de Fran y Belén y descorazonaba un poco ver a la mayoría de los participantes en meta, bebiendo, recogiendo la bici incluso... Pero como no ha llegado aún la carrera en la que yo abandone, bebo un buche del bidón de la bici y me pongo a correr hacia la puerta de salida del estadio. Buff, cómo duelen las patas en ese momento.

Por estos dos kms voy más solo que la una, claro. Estamos en la cola de la clasificación. Algunos voluntarios ya ni señalan por dónde tengo que tirar (vamos, me podría haber tangado un km fácil). Calor, sudor, mangas largas... Pero bueno, ya queda poco. Estoy sufriendo de lo lindo pero mantengo un ritmillo por debajo de 04:50 a duras penas. Tras la avenida principal de La Algaba se pasa por un barrio cuyas calles desembocan ya en el estadio y.... están ahí al fondo, son Fran y Belén! Coño, los tengo a 200m máximo. ¿Dónde les habré recuperado? Faltan apenas 1000m y por culpa del callejeo no los veo todo el rato. Si hubiera tenido la referecia de ellos más tiempo seguro que los alcanzo y entramos los tres juntos en meta. pero bueno. Llego justo detrás de ellos, a 40 segundos. Meta. Por fin!

Mucho sufrimiento, mucho. Es una carrea muy guapa, estoy seguro que repetiré la experiencia. Pero en ese momento hubiera firmado por no ver ver a un duatleta-petado-embutido en su mono de lycra más en mi vida. Ricardo, que ha hecho ciclismo muchos años en su juventud y lleva algunos meses entrenado en bici, nos sacó mucho tiempo en este segmento. Ya lo dije antes, esta disciplina prima sobre la carerra a pie a un nivel de 80%-20% y claro, en bici Ricardo se defendió bastante bien. Cuando ya nos íbamos, porque íbamos con prisa, vimos a Luis Carlos que entraba en ese momento en el estadio. Bravo tio, eso es orgullo, así que enhorabuena por tu carrera también. Y disculpa por no habernos quedado a verte entrar en meta.

Este sábado el máquina repite en el duatlon de Herrera con bici de carretera (yo de momento ni me lo pienso). Quizás mi vuelta al duatlon sea en septiembre, en el Duatlon-Cross de Los Palacios. Lo que sí sé es que volveré. Ahora sí lo sé.

Clasificación I Duatlón Ruta del Azahar

2 comentarios:

  1. ¿Habéis hecho un duatlón?!! ¿Y la Amparo también? Ofú, vaya desconexión que tengo, ¡no tenía ni idea! Me alegro muchísimo de que os hayáis metido de cabeza en este tipo de pruebas, son muy disfrutonas, aunque se pasa mal a veces... Espero poder repetir con vosotros muy prontito ;)

    ¡Máquinas!

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  2. Me estuve planteando seriamente ir a la carrera. Cuando he empezado a leer la crónica me ha dado envidia, pero cuando he seguido leyendo... menos mal que no fui. Puede hacer años que no monto en bicicleta, y mi bicicleta no se si estará en condiciones de haber aguantado la prueba. Aun me queda algo degasolina para aguntar las carreras a pie sin entrenar, como terminé en Los Palacios y en San Juan, pero aquí no se que hubiera sido de mí si hubiera ido.

    Yo de momento veo que tendré que conformarme con las carreras a pie, que no es poco.

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