viernes, 7 de octubre de 2011

Breve relato sobre la Nocturna del Guadalquivir 2011


Por Juanma.

Como parece que la crónica de la Nocturna se va a quedar desierta y yo ahora mismo tampoco tengo mucho tiempo paso a escribir una breve crónica meramente informativa, del tipo de las que puede aparecer en el Marca sobre un Racing de Santander – Mallorca, para que al menos quede constancia en el blog de que estuvimos allí, y de paso así tenemos una modalidad literaria distinta ;-).

Carrera disputada sobre algo menos de 12Km en Sevilla, respetando el circuito que viene siendo habitual en los últimos años, pero esta vez en sentido inverso. Lo que también va siendo habitual en los últimos años es la masiva asistencia de corredores de toda índole, más de 23.000. Por parte del club asistimos Sonia, Ana, Belén, Arturo, David, Luis, Fran, José Antonio, Iván y un servidor; pero si viéramos una clasificación, que no creo que exista puesto que no picaron los tiempos, aparecerían los nombres de todos los socios del club, puesto que todos estábamos inscritos y todos los dorsales de los que no corrísteis encontraron novia.

Unos quince minutos antes del pistoletazo, nos dirigimos hacia la recta de salida y avanzamos unos metros entre la marabunta, pero sin apreturas, ni siquiera alcancé a ver el arco. Después de los primeros quinientos metros algunos de los miembros del club empezamos a desperdigarnos. Yo aguanté sin perder de vista a Luis, Fran (que hizo un amago de correr con una peluca) Ana y Belén, que fueron las únicas en atreverse a darle el toque simpático a la equipación del club (unas antenas, y una varita o algo parecido…). Estuvimos corriendo un buen tiempo junto los que a mi parecer llevaban el atuendo más original de la noche, dos locos vestidos de bueyes que tiraban de un carro Rociero. 

Al llegar a Ronda de Triana mi amigo Pedro, que me acompañaba a una carrera por segunda vez, ya corrió en Villalba, me pedía que tiráramos un poco más, que quería intentar correr, ya que hasta entonces lo que se podía hacer era trotar.  Más que correr hicimos el intento ya que no conseguimos bajar de 5:10 en toda la carrera y eso que en algunos tramos, corrimos (lo intentamos) por el carril bici.

Ya en meta me fue imposible poder volver a encontrar a nadie más del club. A ver si para el año que viene le ponemos algo de imaginación y nos curramos algún disfraz simpático que le de el toque de humor a nuestra participación a lo que se ha convertido más que en una carrera en una manifestación del atletismo popular.

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