domingo, 20 de febrero de 2011

XXVIII Carrera Popular Macarena

Por Luisma.
Por fin llegaba la puesta de largo del club. Una puesta de largo que no ha podido ser completa porque nos ha faltado Fran, nuestro socio fundador coriano y todo el clan sanluqueño (tios, para la próxima no tenéis excusa, ok?). Pero el resto allí estábamos, puntuales a la cita de la primera carrera popular del IMD de 2011, la de la Macarena.

Sonia, Jose y yo llegamos juntos. Cuando llegaron a la cita Ana, Belén y Julia (amiga-escaladora invitada) y luego se completó el grupo con Ricardo, yo estaba ya como niño con zapatos nuevos. La mayoría de vosotros no debe sentir lo mismo, pero para mi era un puntazo, era la primera vez que percibía que ésto puede ser algo más que un escudo impreso en una camiseta.

Así que con la novedad, las presentaciones y la charla nos plantamos en el parque pocos minutos antes de la salida para desvestirnos, enredar con los dorsales y poco más (como ya es tradición, calentar no hemos calentado nada). Hemos estado acompañados toda la mañana de Iván, (primo de Jose y Sonia) y su cuñado Antonio... (Por primera vez traemos espectadores que no sean nuestras parejas.) Lo mejor de todo es que hemos logrado meterle el veneno a Iván, que se perfila ya como el próximo futuro socio.

Vamos al lío: aunque las chicas no han podido lucir nuestros colores, nos fuimos haciendo piña a un lugar discreto de la salida, de la mitad hacia detrás. En este grupo faltaba el Richar, que como es un maquinilla, se colocó en cabecera de salida para lograr marca (el día 6 compartiremos esa posición, máquina). La salida ha sido un caos, creo que a éstos del IMD se les han ido los cálculos: ellos mismos se congratulan de los casi 6000 inscritos, pero los servicios de la carrera no da para muchos más de 2000. La calle de salida llena de charcos, lamentable.

Tras un disparo que nadie ha escuchado nos hemos metido en faena. Yo me he quedado con Jose y Sonia, que como debutaba hoy en carrera, correría a la cola de los miembros del club. Ana me dijo antes de salir que ella también iría a un ritmo bajo, pero lo cierto es que nada más salir del Parque de Miraflores, ellas tres han desaparecido prácticamente de nuestra visión. Fácil, porque la aglomeración era de órdago. Suerte que en estas carreras el viario es muy ancho, aunque se sigan empeñando en poner conos y simultanear corredores y tráfico.

En los KMS 1 y 2 corríamos mi cuñado y yo unos metros por delante de Sonia, charlando tranquilamente y él saludando a conocidos y amigos del barrio. Jose y Sonia corrían en casa, macarenos ellos. Ritmo por encima de 06:00. Mientras por delante Ricardo volaba entre 04:00 y 04:20, Julia, Belén y Ana pillaban un buen ritmito entre 05:00 y 05:30. Han enganchado muy bien la carrera. Vosotras dos, aunque digáis que no entrenáis y que tenéis un nivel bajuno, realmente no empezáis de abajo, tenéis un fondo curioso.

Tras el avituallamiento del KM3 nos hemos metido en la Ronda de Capuchinos. Mi cuñado seguía saludando a gente y la gente lo saludaba a él. Sonia y él han tenido que disfrutar de eso de correr por el barrio donde has crecido. Y si tenemos en cuenta que para ella era su debut en carreras, pues más aún. Aquí empezamos a perderla un poco de vista, Continuaba con un ritmo reservón, por encima de 06:00 y yo ya llevaba un rato tirando de Jose para que bajara de esa cifra (ve pillando tu rimo de carrera cuñado, que es mucho más bajo de 6).

Entrando en Carretera de Carmona, ya pasado el KM4, le comento a Jose que si las chicas se vieran a lo lejos, me acercaría a verlas, pero no se veían. Él me dice que tire, que llego sin problemas. Y entre sus ánimos y los de mis piernas, que tenían ganas de fiesta, me decidí a tirar a buscarlas. Ahí mi carrera cambió radicalmente. Me puse a correr a 04:00 desde la cola de carrera, por lo que adelantaba a todo el mundo en un visto y no visto. Me lo estaba pasando en grande, no había hecho esto nunca. Muy divertido, pero a los dos kms, la fiesta se me empezó a hacer muy larga, éstas tres no aparecían por ninguna parte. Termina Carretera de Carmona, otro avituallammiento y al fondo, el parque de Miraflores. Y justo allí, entrando con una botella en la mano, veo a Ana. Eso me anima a apretar de nuevo y llegar a su altura, ya en el parque, a 03:48 (ritmo máximo de la carrera). Le digo hola, que he venido a correr con ella y me dice que tire... ¿qué dices loca? Si estoy sin aliento, yo termino contigo ya...

Pasamos el KM7 ya en el parque y se me ocurre la idea de buscar hacia adelante a Belén, a ver si engancho a Ana con su colega. En las curvas del estanque veo a Belén de lejos y le digo a Ana que voy a intentar engancharla, que no se separe mucho de mí que voy a llegar a la altura de Belén para pararla un poco (no le pido su opinión, con lo bien que iba ella, allí estaba yo para joder su tranquilidad) ;) Llego a Belén no sin esfuerzo y le digo que Ana está a punto de enganchar, que vamos a entrar los tres juntos. Ella dice que genial, mira un poco hacia atrás y sigue concentradísima en su ritmo. Con esta nueva arrancada marco un ritmo 04:57 en el km7.

KM8 Ana se acerca poco a poco, está a 200 metros, 150... su cara es un poema parece que va a poder... ¿o no? Yo no estoy dispuesto a dejarlo así, mi carrera ha dejado de ser mía hace un buen rato y sigo con mis toboganes: me descuelgo hasta ella, que me dice que ha apretado demasiado pronto y está sin fuelle. Miro y Belén está ahí, sigue cerca, pero menos. Y ya me da palo pedirle más a Ana. Así que me quedo con ella para entrar juntos en meta, pocos metros por detrás de Belén (pero aún con un buen sprint que me deja atrás, la tía). Desde el 8 hasta la meta Ana y yo marcamos 05:15 aprox, lo que está muy bien. Así que chicas, sois unas crares.
Ahora en frío lo pienso y tengo que pediros perdón por meterme en vuestras carreras sin pedir permiso, pero me pareció que podíamos divertirnos un rato. Igual estábais concentradas y a gusto con vosotras mismas y vino el pesado de sobrao... Solo ha sido esta vez, a partir de ahora dejaré de daros la coña y haré mi propia carrera.

Unos metros antes entraba Julia, una campeona, y varios minutos antes lo haría Ricardo, que cumplió su objetivo de bajar de 40 min en otro nuevo carrerón del maquinita del Cerro (lo haremos juntos en la próxima, ok?).

Pero realmete el carrerón estaba aún por llegar. No ví la llegada de Jose, que terminó muy bien y muy entero en un tiempo que él puede mejorar muchísimo en cuanto se quite el miedo. El carrerón del que os hablo es el de Sonia. Nos encontramos con la debutante cuando enfilaba la recta de contrameta. José y yo nos pusimos a correr junto a ella. Iba cerca de la cola de carrera, sí, pero con cientos de corredores que entraron detrás de ella y con un sonrisa en la cara y una respiración que parecía que estaba calentando aún. Enhorabuena por tu primera carrera Sonia, porque ya sabes que puedes correr 10km sin problemas y hacerlo sin despeinarte. Ahora lo que hay que hacer, cuando te lo pida el cuerpo, es apretar un poquito más y meterle velocidad. Ese plus lo tienes ya, pero haces bien en usarlo cuando lo veas oportuno.

Así que todos contentos, imagino, en esta primera carrera popular del IMD de este año. Una edición que nos augura carreritas muy animadas, masificadas incluso. Disfrutemos de eso y tengamos cuidado con los peligros de las bullas.

La mejor y más clara conclusión de hoy es que el club ya ha echado a andar. Y la prueba de ello es nuestra clasificación del circuito por clubes. Estamos por delante de clubes como el San Pablo!!! Esto sí que es nuevo...
Gracias soci@s.

Clasificación XXVIII Carrera Popular Macarena

domingo, 13 de febrero de 2011

XXVII Maratón Ciudad de Sevilla

Por Luisma.
Siempre ocurre lo mismo, cuando llega un evento grande, del que te llevas mucho tiempo pensando, deseando, esperando... siempre terminas diciendo "parecía muy lejano... y ya se ha terminado". Evidentemente eso mismo hemos dicho hoy un par de veces cuando hemos terminado, con ÉXITO, nuestra primera maratón. Y hoy tampoco es día de ser demasiado original, tengo el cerebro muy ocupado en mandar sangre a las piernas... así que voy a empezar así.

Hoy ha sido el final (feliz) de un sueño que empezó hace algo así como un año, cuando uno de nostros (Ricardo, siempre es él el primero en proponer) dijo que este año corríamos la Maratón de Sevilla. Un sueño que empezó a materializarse con un plan que comenzamos allá por octubre, cuatro meses de duros entrenamientos, tiradas largas, cortas, suaves, series y ritmos infernales, días de lluvia, de frío, mucho frío, enfermedades de todo tipo, lesiones... 1069 kms (que no hemos hecho del todo, ni de coña) para llegar en perfecto estado a este 13 de febrero y correr, de golpe, los famosos 42,195 kms que nos hemos comido hoy. Y oye, el plan nos los hemos tuneado y nos hemos tangado todo lo que hemos querido, pero realmente hemos hecho los deberes y el resultado lo hemos tenido en la carrera de hoy. Una de las más bonitas de nuestras vidas y sin duda la que mejor hemos corrido, con más cabeza.

Vamos al lío: Llegar al Estadio Olímpico y flipar ha sido todo uno. Hemos entrado por ese túnel sur que nos esperaría varias horas más tarde y nos hemos metido en una atmósfera difícil de describir con palabras pero absolutamente vibrante: la atmósfera que solo es posible cuando se unen 5000 personas para correr una maratón.

Una lesión nos ha privado de la presencia de nuestro querido coriano, Fran, así que solo hemos corrido Ricardo y yo. Como el maquinita es bastante pingu (friolero) hemos salido al tartán apenas 5 minutos antes del pistoletazo. Antes de eso Ricardo y yo volvimos a pactar, por enésima vez, el ritmo y la estrategia que íbamos a llevar: 05:25-05:30 hasta el final, con la posibilidad, yo sabía que imposible, de apretar en los últimos 5-7kms.

El sonido del disparo de salida fue solo un leve eco comparado con los 5000 corazones que se pusieron a latir a la vez en ese momento. La gente se puso a rugir para echar fuera esos nervios del arranque y allí que nos metimos los Últimos, en la vorágine maratoniana... ahora sí, estábamos saliendo del Olímpico y estábamos corriendo la maratón. No sabíamos cómo iba a acabar esa aventura, pero ahí estaba. El sueño empezaba a materializarse.

En los primeros KMS, del 0 al 2, apenas se podía poner el ritmo acordado. Mucha aglomeración y mucha paciencia por parte de todos, faltaba toda una vida y no era momento de adelantar. Nada más salir del estadio hubo una estampida de meones, motivado más por los nervios que por las reales ganas de evacuar (flipamos cuando vimos, por primera vez, a una mujer haciendo lo propio en medio de la multitud). Ritmos de 06:30! y 05:32.
KMS 2-6 ida y vuelta en la av. Carlos III. La Isla de La Cartuja, además de nuestra principal zona de entrenamientos, es muy protagonista en el atletismo sevillano. Pero a nosotros se nos hizo algo pesado el recorrido por aquí. Yo no terminaba de entrar en carrera, estaba frío y la cabeza era aún un mar de dudas, nada me decía aún que fuera a completar el sueño. En el primer avituallamiento ya se notaba el nivel de la organización: esto es la Maratón de Sevilla (avituallamientos que nos espraban cada 2,5km!!!). Ya pusimos nuestro ritmo a tono entre 05:14 y 05:24.
En el KM7 volvíamos a pasar junto al estadio y entrábamos en nuestro querido Parque del Alamillo. Al pasar por el KM8 se veía a la izquierda, si mirabas atrás, el cartel del 40... bufff... queremos entrar en las calles de Sevilla ya. Ritmo controlado 05:21 y 05:30.
El puente de la Barqueta nos traía de regalo el KM10. Avituallamiento completísimo, cogemos isotónica por primera vez. Y ya, a rodar por la orilla izquierda. Bien. Ritmo de 05:24.
KMS 11 al 14 Torneo, SE-30 y Alcalde Manuel del Valle. Ahí decidimos comernos nuestro primer gel, que entra poquito a poco ayudado por el agua que cogemos en el km12,5. Salir de La Cartuja, que mira que le tenemos cariño, nos ha venido bien. No tiene la culpa la isla, la tienen los primeros 10kms de nervios. Ya no se me va el ritmo de pronto, con la correspondiente bronca del Richar, ahora estamos metidos, buscando ya formar un grupeto... vamos de arte, que coño. Nuestro ritmo así lo avala: entre 05:20 y 05:25.
Tras el avituallamiento del KM15 en Carretera Carmona, nos metemos en la Ronda. Éste es mi momento cumbre. Al pasar por la Puerta Osario, Florida y Luis Montoto noto lo bien que me lo estoy pasando, disfruto de cada ánimo de la gente (que se toma mucho más en serio el papel de animador que en ninguna otra carrera), sientiendo las piernas ligeras, mirándolo todo... Disfrutando, con mayúsculas. Nuestro ritmo parece tallado en piedra: 05:20-05:23.
Del KM18 al 20 subimos Kansas City y subimos porque pica, muy poquito, pero pica hacia arriba. Y aunque el desnivel sea poco, nuestras piernas llevan ya casi una media maratón encima... y empezamos a notarlo. Vamos perfectos, de lujo, el cuerpo responde... pero la fiesta se ha terminado ya. Los síntomas de que un infierno futuro nos espera ya están asomando. Pactamos relajar el ritmo y así lo hacemos: 05:28 y 05:39. Éstos datos no son ni un milímetro negativos, ni tampoco señal de que vayamos mal, al revés, son señal de la inteligencia con la que hemos corrido hoy. Para mí, son un orgullo.
En el KM20 nos encontramos con mis padres, que nos dan isotónica y una barrita. Yo me como la barrita, como me recomendó un amigo del colegio que me encontré en la feria del corredor el viernes (si algún día lees ésto, siento que no hayas terminado, Basilio). La barrita entra bien. En la barriga se une al gel, los varios vasos de isotónica, la botella que me acaban de dar y que nos darán muchas veces más... y noto que hace su efecto. Es una muestra más de la cabeza que le hemos echado a la carrera. Beber siempre que hemos podido, alimentarnos, recuperarnos... Hemos tratado a la carrera con el respeto que se merecía y ella nos ha recompensado.

La Media Maratón está en la Carretera Amarilla. Llamadnos arrogantes, pero hemos hecho la Media con una facilidad insultante. Claro, llegamos a las metas de las medias con la lengua fuera a otros ritmos, por debajo de 05:00, pero ahora hemos marcado una media de 05:29 desde la salida. Y eso, arrogancia aparte, es comodísimo para nosotros.
KMS 22 y algo del 23 en la Ronda del Tamarguillo. Saludamos a los padre del Richar y tras eso, la anécdota de la carrera: a nuestra derecha suena una respiración desbocada, exagerada y un sonido extrañísimo. Es un pony desbocado, que se había escapado y debería estar flipando al ver tanta gente corriendo. Lo alucinante era ver al pony, ahí, en paralelo a nosotros por la vía de servicio. Lo malo es que al llegar a la curva con Carlos V el animal siguió recto y casi arrolla a varios corredores. Al final no pasó nada, cosas del Cerro del Águila. Ritmos en su sitio: 05:26 y 05:28.
Carlos V y avenida Ciudad Jardín, eso son los KMS23 y 24. Ciudad Jardín pica un poquito hacia arriba y por primera vez siento sobrecarga en mis piernas. Algo dentro de lo previsto. Ritmo clavado, 05:28 y 05:30.
En los KMS del 25 al 29 seguimos cumpliendo con lo previsto, pero yo noto mi primera bajona seria. Sé que en el estadio del Betis nos esperan las chicas, el pequeño Ricardo y también estaban mi hermano y el Enano... eso me animará, seguro, esto es un bajón sin importancia. Ricardo va bien, hablamos ya de sobrecarga, lógica, pero bien. El ritmo se acerca ya más a 05:30, pero nunca lo rebasamos demasiado.
En el KM30 el ritmo, afectado por los besos y los saludos a la familia, sí que sube a 05:35. Perfecto, no pasa nada. Cuando estábamos en medio de la pelea con la recta eterna de la Av. de la Palmera se une a nuestra odisea Tate, un corredor del Club Cazabaches de Salamanca que, posiblemente, cambió el resultado de nuestra carrera. Ahora empezaba lo malo (o lo bueno, como queráis), ahora empezaba el dolor, el calor, el ardor de pies, to lo gordo vaya... y en todo momento, metro a metro, ahí ha estado este pedazo de crack animándonos y subiéndonos la moral. Un descubrimiento. Desde aquí nuestro cariño y agradecimiento, Tate.
Con Tate y cada uno de nosotros animándonos todo el rato, volvemos a cruzar el río, dirección Los Remedios y Triana, KMS 31-33. El cuerpo pide parar. La cabeza quiere fiesta. De nuevo nos encontramos a mis padres y nos dan otra (otra más) botella de isotónica. La compartimos con Tate y todo el que tenemos alrededor. Ahora la carrera se ha convertido en una especie de comunión colectiva. Ritmo en forma: 05:30.
KMS 34 y 35!!!! Estamos llegando!!! Y lo que es más flipante, nuestro ritmo da señales de recuperación: 05:27. Empezamos a convencernos de que venceremos, pero aún no nos podemos creer que podamos mantener esta marchita tan alegre. Tate tiene buena culpa. Pasando el 35 nos encontramos con mi cuñado y socio del club, José Antonio y casi toda mi familia política. José está ilusionado, se vuelca. Sus ánimos son para nosotros aire fresco pa los pulmones y gasolina de la cara, la de 98, pa nuestras piernas. Ni tú mismo, Jose, ni nadie, sois realmente conscientes de lo importante que es vuestro apoyo. Nos hacéis unos cuantos metros con vuestros gritos. Gracias a todos vosotros, familia y a todos los anónimos por vuestros ánimos, porque son el alimento del maratoniano.
Enfilamos el puente del Cachorro guiados con maestría por el veterano Tate. Subimos la cuesta reservando, con cabeza, como en toda la carrera y cuando bajamos y giramos en Plaza de Armas nos enfrentamos a la última recta gorda, calle Torneo.
KMS 36-38 en Torneo. Al principio de la calle, a la altura de la gasolinera, me duele de pronto el lateral de la rodilla izquierda. No me gusta nada ese dolor repentino, pero me lo callo, no quiero ni nombrarlo. Tate sigue hablando y Ricardo también da muestras de ir al límite. ¡Ya está hecho! grita todo el mundo... pero el cuerpo ya no está para flores.... vamos machacados. Sin embargo este relato de sufrimiento no se corresponde con el ritmazo que estamos lllevando (manteniendo) y que lejos de decaer, se está alegrando otra vez: 05:23, 05:23 y 05:27. Yo lo flipaba entonces igual que lo flipo ahora al recordarlo. La carrera era un reguero de corredores caminando, parados o a ritmo bajísimo... esto quiere decir que adelantábamos a todo quisqui. A esas alturas ni te alegras ni te dan subidón los adelantamientos, pero la verdad es que los tres éramos cómo el AVE circulando en una vía paralela a un ejército de locomotoras de vapor.
Con el km38 hemos vuelto a la Isla de la Cartuja, a nuestra casa y tras el 39 volvemos a entrar en el Parque del Alamillo, nuestro parque. Tate sigue animando, nosotros nos animamos también pero las piernas, ya sí que sí, corren solas, duelen solas, queman solas... lo hacen todo por ellas mismas. Flipen ustedes: 05:21 en el KM39.
Ahí, en mitad del parque, junto al cortijo, hay un cartel con una cifra preciosa: KM40. Tras sobrepasarlo Ricardo pronuncia una de las frases de la maratón "me entran ganas de llorar de lo mal que voy". Todos íbamos igual. Pero yo estaba notando ya los efectos del subidón por terminar y reconozco que el cuerpo iba a más. Roto, pero de subidón. Nuestro ritmo siguie siendo un milagro: 05:29
Seguimos avanzando a duras penas. El 80% del cuerpo duele, sobre todo de cintura para abajo. Y seguimos adelantando y adelantando a corredores que caminan y a corredores que siguen corriendo a duras penas. Alguno incluso se sorprende y exclama alguna cosa al ser adelantado por nosotros con tanta facilidad a estas alturas de carrera. Parece que nos hemos estado reservando y ahora queremos ir dando hachazos sin piedad, pero no, ¡llevamos el mismo ritmo que en el km5! En éstas estábamos cuando, ahí mismo, junto al estadio, sobrepasamos el cartel del KM41. Maravilloso... Y mejor el ritmo: 05:25
Dos curvas y estamos en el olimpo, o sea, en el Olímpico. Tate nos dice que solo son dos curvas y entramos y nos dice, el pedazo de crack, que va a adelantarse un poco para entrar con su sobrinillo que lo espera en boca de túnel. ¡Qué tio! Todavía tiene un gramo de fuerza para dejarnos unos metros atrás. Me despido de él y veo que Ricardo no puede ni articular palabra. Su cara es un poema, corre totalmente por inercia y creo que está sufriendo más que yo. Me pongo a animarlo sin descanso, ¡ya estamos aquí, máquina! ¡Ahora sí! Yo estoy como él o peor, pero ya digo que la euforia de terminar me ha llegado antes. Al tomar el túnel vemos por última vez a mi hermano y al Enano. Sus gritos ya me dibujan una sonrisa casi histérica que no dejaré hasta un buen rato después de cruzar la meta.
Bajamos el Túnel Sur, otros corredores gritan, yo solo puedo echarme las manos a la cabeza y repetir la palabra "increíble" varias veces. Yo ya no veo el cartel del KM42, debe estar dentro del estadio. Ese último km marcamos un ritmo de 05:21... !!! (si me lo dicen antes de empezar no me lo creo).
La bajada de túnel a toda hostia (a menos de 03:30) y los 300m de tartán los hacemos volando. Tengo que gritar al máquina para que no se me vaya... Ahora sí que su cuerpo se ha salido de sí mismo y ya no le duele nada. A él le acaba de entrar ahora la morfina de los últimos metros y está que se sale. Noto que tiene la cara desencajada, está emocionado. Al fondo veo a nuestras mujeres, a su hijo y a Vane. Gritan, saltan y nos hacen fotos. En nuestro pecho no nos cabe el corazón, que late hasta en la punta de los dedos del pie. En recta de meta, no sé cómo, pero agarro de un brazo a mi colega Ricardo y le cojo de una mano. Él me coge el brazo entero y entramos abrazados en la línea de meta. El lugar, no donde acaba nuestro sufrimiento, eso ya está olvidado, sino donde se hace realidad nuestro sueño. El sueño de estrenarnos en esta distancia mágica en nuestra ciudad, en la Maratón de Sevilla, la mejor maratón de España. Dios, que nos nos despertemos nunca... quiero quedarme en este momento, por lo menos, un mes...

Como somos unos petardos, nos habíamos marcado el objetivo de bajar de 4 horas. Cuatro horas y quince minutos hubiera sido un triunfo igual, sin nada que objetar, sin embargo hacemos un tiempo (real) de 3h:52:23. Una verdera locura para nosotros. Una muestra más de que estamos en un puto sueño, que esto no es la vida real... Pero lo es.

Claro que lo es. Ésto es la vida real amigos, hemos completado nuestra primera maratón con una facilidad y una clase que no me avergüenza en absoluto reconocer. Y hemos sido capaces no porque seamos unos crares de las montañas, ni porque estemos hecho de otra pasta, ni cosas de esas. Hemos sido capaces porque nos lo propusimos, nos buscamos un buen plan de entrenamiento, lo cumplimos con obediencia (en un 80%) y porque corrimos con una inteligencia que nunca antes habíamos demostrado. Con esto quiero decir, y así quiero terminar, que si nosotros hemos podido, TÚ, socio o no socio de nuestro club, puedes hacerlo también. Por eso quiero dedicar este (largo) relato a tí, lector. Porque pienso que si tienes la suerte de haber vivido un sueño maravilloso, y yo he tenido esa suerte, creo que tengo el deber de difundir que TÚ TAMBIÉN PUEDES SOÑAR. Porque, a veces, los sueños se hacen realidad. Te lo digo desde el corazón, no hay nada más sincero que esto que te digo: puedes terminar una maratón. Puedes convertirte en parte de ese 0,1% de la población mundial que se hace llamar maratoniano.
Si te lo propones, puedes cumplir tu sueño.

Nosotros lo hemos hecho. Y estoy seguro de que lo repetiremos.

Clasificación General XXVII Maratón Ciudad de Sevilla

viernes, 11 de febrero de 2011

La señora de los 42km ya ha llegado

Ahí la tenéis, la serpiente de 42.195 metros que el domingo se extenderá por las calles de Sevilla y algunos intentaremos dominar.

En la imagen podéis ver una miniatura del recorrido que trazará la señora Maratón. Pero os recomiendo que vayáis a esta página, donde podéis ampliar la imagen, y ver los tiempos de paso.

http://imd.sevilla.org/node/402

Nuestros tiempos de paso, más o menos, serán estos:
KM10- 55:00 (10:25) Barqueta
KM20- 1h50:00 (11:20) C. Antioquía
KM30- 2h45:00 (12:15) Av. Palmera
KM40- 3h:40:00 (13:10) Parque Alamillo
META- 3h:50:00 (13:20) Estadio

No tenéis excusa para no venir a apoyarnos a vencer al monstruo...

martes, 1 de febrero de 2011

XVI Media Maratón Isla de la Cartuja

Por Ricardo.
Una carrera más y un día menos para el gran día.

El pasado domingo 30 de enero se presentaba lo que podemos llamar la antesala del maratón. La Media Maratón Isla de la Cartuja. Es como si hubiéramos corrido en casa, porque es donde hemos basado la mayor parte de nuestros entrenamientos.

El día se presentaba algo fresco, pero con un cielo totalmente despejado. La carrera por sus características suponíamos que iba a ser bastante cómoda y rápida, ya que el perfil era totalmente llano. A esta media solo asistimos del club Luis y yo (Ricardo), ya que nuestro querido coriano se ha lesionado inesperadamente. Esto le hace ser seria duda para el maratón, desde aquí te mandamos un fuerte abrazo y esperamos que te recuperes pronto.

La salida en el Parque del Alamillo fue masiva y hasta el km 2 aproximadamente, no pudimos ponernos a lo nuestro. En el km 3, comenzamos con nuestra velocidad de crucero, imponiendo un ritmo cómodo de 04:55 - 04:50. Entramos entonces en el barrio de San Jerónimo cual Rocky Balboa, merced a unos altavoces que alguien había puesto en medio de la calle con la banda sonora de la película. En el km 5, primer avituallamiento líquido, con sorpresa incluida. Mientras pasábamos, una charanga amenizaba la carrera, todo un espectáculo.

Los siguientes kms fueron cayendo casi sin darnos cuenta, ya que íbamos bastante cómodos a ritmos de entre 04:40 y 04:50.

Ya en el km 8, volvimos a entrar en el Parque del Alamillo. Aquí hay que resaltar el apoyo del hermano de Luis y de su colega el Enano, que nos hicieron la carrera mucho más amena.

En el km 10 abandonamos el parque y nos dirigimos hacia el Jardín Americano de La Cartuja. El primer diez mil había sido un minuto mas rápido de lo que nosotros habíamos pensado. Pero la carrera seguía su curso y lo más importante, nosotros seguíamos corriendo juntos y a un ritmo cómodo, 04:45 - 04:50. Atravesamos toda la zona del Jardín Americano, un sitio muy familiar y muy agradable porque solemos entrenar por aquí.

En el km 12 enfilamos la avenida de Américo Vespucio y ahí fue donde cambio la carrera. Luis había dicho desde el principio que no iba a apretar, que se lo iba a tomar como un rodaje largo preparativo para el maratón. Pero yo quería probarme e intentar hacer algo de marca. En el km 13 nos separamosm y a partir de ahí fue otra carrera.

Arranqué con fuerza y marqué en el km 14 y 15 un ritmo de 04:20 y 04:30 el km. Intentaba coger las estelas de algunos corredores y mantenerme en sus ritmos, así que en el km 16 baje el ritmo hasta 04:15, manteniéndolo todo el km. El km 17 fue un poco mareante, ya que estuvimos dando vueltas por La Cartuja y resultó muy pesado. Y en el km 18 vino el pequeño bajón, la carrera giró hacia la calle Torneo y se me hizo larguísima, además daba un poco el viento de costado, casi nada, una brisita, pero con tantos kms a tus espaldas se te hacia un poco duro. Por fin en el km 19 desembocamos en el puente de la Barqueta, y ahí recibí la agradable visita en bici del Enano, que me animó mucho. De nuevo os damos las gracias por estar ahí.

En el km 20, la carrera estaba echa. Solo quedaban unos 1200 metros de carrera y mi cabeza, inconscientemente, empezaba a sentir la alegría de haber terminado otra media maratón. Con las pocas fuerzas que me quedaban apreté y entre en el estadio casi sin darme cuenta. Iba tan metido en carrera que no me fijé ni en la bajada del túnel sur que da acceso al estadio. Finalicé en alto y con muy buenas sensaciones, con una marca de 01:39:59. Mi mejor marca en media maratón.

Unos minutos después llegó Luis. Había hecho una carrera muy cómoda y cuando no separamos, encontró la compañía de Tomás, un colega del instituto que corre en los Lentos de Torreblanca. El ritmo fácil y la conversación amena todavía le endulzó más su carrera. Y aún así hizo la misma marca que en Los Palacios, por lo que a poco que apriete en la próxima media, baja su marca sin problemas.

Entró en meta contento y al igual que yo, con ganas de que llegue ya el maratón. Aunque ahora me pregunto como será entrar en el estadio después de correr 42 km. Probablemente el 13 de febrero de 2011, será una fecha difícil de olvidar.

Pero eso es harina de otro costal.

Clasificación XVI Media Maratón Isla de la Cartuja